miércoles, diciembre 20, 2006

Un mundo poblado por demonios

Aún recuerdo la avidez y pasión con el que leí mi primer libro de Carl Sagan: “El mundo y sus demonios”. Ante mi se encontraban en palabras los sentimientos y opiniones que me eran muy difíciles articular, pero sobretodo, ahí estaba la semilla de un escepticismo útil y responsable.

Ahí estaban las palabras de ese hombre que adoraba la ciencia y aborrecía la mentira.

Ahí estaban esas palabras de inmensurable humildad, curiosidad insaciable y respeto profundo por la elegancia del universo. Ahí estaban esas palabras que incomodan a los crédulos, que cuestionan, que rebaten y destruyen a los charlatanes. Ahí estaban esas palabras que en cierta forma son un himno de libertad.

Creo que es justo decir que al igual que yo, hay muchos pensadores críticos que tenemos una deuda impagable con Carl Sagan. Creo que es justo decir que en cierta forma Carl Sagan nos liberó. Me enseñó que no había nada de malo en cuestionar, que la ignorancia y la superstición pueden ser abatidas por el martillo poderoso del pensamiento racional, que la verdad puede ser más asombrosa que las “verdades tradicionales”, que los “verdaderos patriotas son los que hacen preguntas”.

A 10 años de su muerte no encuentro un mejor homenaje, que la gloria que pueden darle sus propias palabras:

"La vida es sólo un vistazo momentáneo de las maravillas de este asombroso universo, y es triste que tantos la estén malgastando soñando con fantasías espirituales".

"Si quieres salvar a tu hijo del polio puedes rezar o puedes vacunarlo... Aplica la ciencia".

"El escrutinio escéptico es el medio, en ambas ciencia y religión, por medio del cual, los pensamientos profundos pueden ser arrancados de profundos disparates sin sentido”.

"No puedes convencer a un creyente de nada porque sus creencias no están basadas en evidencia, están basadas en una enraizada necesidad de creer".

"El primer pecado de la humanidad fue la fe; la primera virtud la duda".

"Virtualmente, cada gran avance tecnológico en la historia de la especie humana, desde el invento de las herramientas de piedra y la domesticación del fuego, han sido éticamente ambiguos".

Carl Sagan el científico, Carl Sagan el divulgador, Carl Sagan el ecologista, Carl Sagan el profesor, Carl Sagan el hombre de familia. Todos el mismo, todos aspectos de un mismo hombre; el hombre que es legado. Un hombre que inspira a ser más humano, más libre, más humilde.

El hombre se habrá ido, pero su obra es inmortal.

Fernando Velázquez

4 comentarios:

equalium dijo...

Encantado de encontrar gente afín. He añadido un enlace a este post en el mio ( http://www.equalium.net ). Un saludo.

jose dijo...

Sagan era, simplemente, brillante.

Creo que le pondré un homenaje, con sus clásicos como "un dragón en..." y "la carga del...", en la barra de navegación de mi blog.

Saludos Fernando.

Antonio dijo...

Saludos Fernando,

Muy buen post. Sagan también mencionó lo asombroso que es el universo en que vivimos y lo ridículo de intentar darle interés a base de patrañas

Un ABrazo

skizo dijo...

Hola,

ante todo me gustaria decirte que me encanta tu blog. Enhorabuena!

Sobre "El mundo y sus demonios", decir que es un libro que deberia ser de obligada lectura en los colegios e institutos, asi nos dejariamos de supecherias baratas y pseudocientificas. Fue un libro que tuve la suerte que me regalasen cuando tenia 18 años, y que decir...ya de por si siempre he sido esceptico, pero este libro me acabo de dejar claro que quizas es la mejor postura de las posibles.

Me despido con otra frase de Carl Sagan, que me encanta:

"En la ciencia suele ocurrir que un cientifico diga "Es un buen argumento, yo estaba equivocado", cambie de opinion y desde ese momento no se vuelva a mencionar la antigua posicion. Realmente pasa. Aunque no lo frecuentemente que deberia ya que los cientificos son humanos y el cambio es a veces doloroso. Pero ocurre cada dia. No recuerdo la última vez que algo así paso en politica, en religion o en pseudociencias."

Carl Sagan no esta entro nosotros ahora mismo, pero mientras se lean sus libros..el recuerdo seguira vivo en nuestros corazones.

Saludos! Te seguiré leyendo! :)

Alberto Fernandez
Girona (España)