lunes, marzo 20, 2006

Un asesino a los altares

Como parte de la afrenta que continuamente hace la extrema derecha mexicana al laicismo y democracia de nuestras instituciones el 20 de Noviembre del 2005 se realizó la ceremonia donde se reconoce como mártires a 13 cristeros. Son los nuevos revisionistas de la historia de México que parecen sufrir de amnesia para recordar las atrocidades realizadas por su propio bando.
Beatifican a Anacleto González Flores, un ideólogo de la guerra cristera
Entre los candidatos a ser canonizados el domingo 20 de noviembre, "Día de Cristo Rey", se cuentan no sólo sacerdotes sino varios laicos, entre ellos Anacleto González Flores, nacido en 1888 y asesinado en Guadalajara, Jalisco, el 1 de abril de 1927.
El verdadero Anacleto
Anacleto González Flores (1888-1927), sin duda, un mártir peculiar, pues si bien no se sabe que haya tomado parte en operaciones militares en esa guerra que enfrentó al gobierno mexicano con las huestes que defendían los intereses del clero, la literatura cristera ha considerado siempre a Anacleto como el jefe civil de la contienda en el estado de Jalisco, al occidente de México y principal zona de actividad de los cristeros.

Abogado y periodista, escritor combativo y erudito, Anacleto fundó el periódico Galdium y escribió tres libros (Tú serás rey, La cuestión religiosa en Jalisco, El plebiscito de los mártires) en los que se alternan las referencias a Chesterton, Ibsen y Paul Bourget con furibundos ataques contra la que llamaba la gran trilogía adversa al catolicismo: El protestantismo, que "hace esfuerzos desesperados por penetrar a todas partes, por llegar al corazón de las masas, la masonería y la revolución, que según él es una ‘aliada fiel’" de las dos.
Cabe añadir que en sus escritos, Anacleto González Flores, incluía la revolución como parte de una trilogía maligna donde estaban también la masonería y el protestantismo, además de que se oponía abiertamente a la democracia, de la que decía en su artículo El Saldo de la Democracia, de mayo de 1926, “...la democracia moderna ha sido toda una enorme catástrofe, una quiebra inmensa...”.Análogas eran las ideas de Salvador Abascal y de otros ideólogos del conservadurismo católico.

Anacleto fue también el creador de la organización secreta derechista llamada Unión Popular, cuyo membrete ha sido retomada en nuestros días por un grupo de ultraderecha con presencia en algunos estados de la República y promotor, como una de las estrategias alternativas a la guerra, de un ambicioso boicot para producir el quiebre de los negocios y periódicos contrarios a la causa de los católicos.

En su libro La cuestión religiosa en Jalisco, Anacleto explica las tácticas de los católicos contra sus adversarios para perjudicarlos económicamente, de tal suerte que "el público preste o niegue su apoyo a éstas o aquéllas casas y a éstas o aquéllas personas. …que nadie protegiera con anuncios al periódico infame (El Occidental); que nadie comprara en las casas de los que proporcionaban anuncios a la prensa impía y de los que fueran masones. La Época, periódico católico, se encargó de publicar una lista de las casas que se anunciaban en El Occidental en tanto que en una hoja suelta se dio a conocer el nombre de los masones más connotados".

"Aquella medida dio magníficos resultados, porque, poco después de que se inició la campaña casi todos los que se anunciaban en El Occidental retiraron sus anuncios; muchas casas le negaron su apoyo y no pasó mucho tiempo sin que el diario maldito pereciera de consunción y abrumado por la maldición de la sociedad".

Afirmaba el hoy mártir: "Los establecimientos mercantiles y los profesionistas comprendidos en la lista de proscripción se sintieron en el vacío y sus negocios sufrieron grande y fuerte detrimento".

Resumiendo las ideas de Anacleto sobre la acción política, otro participante de la guerra cristera, el luego sacerdote Heriberto Navarrete, escribió: "Una frase de Anacleto que por lo gráfica y exacta se me grabó para siempre y seguramente porque se la oí una y otra vez, describe nuestra posición al decidirnos a tomar parte en la rebelión armada. Dijo Anacleto: para jugar en este garito no nos han dejado más que una baraja sucia y la vamos a usar".

Desde luego, y de ello existe constancia lo mismo en testimonios de participantes en la guerra cristera que en documentos de bibliotecas y archivos mexicanos, muchas veces los cristeros usaban tácticas bastante agresivas para obligar a "cooperar" a los ricos que no querían hacerlo.

Anacleto González Flores fue ejecutado el primero de abril de 1927 en el cuartel colorado de Guadalajara, la capital del estado de Jalisco.

Es importante destacar que no fue aprehendido y muerto por el hecho de ser católico, sino por su papel protagónico en las actividades civiles de la guerra cristera y, de acuerdo con documentos difundidos en esa época, por haber planeado hechos delictivos para apoyar el movimiento cristero, entre ellos es secuestro del estadunidense Edgar Wilkins, consumado el día 27 de marzo, y quien fue asesinado por sus captores.

Según la nota publicada en Excélsior, el 5 de abril de 1927, y fechada el día anterior en Guadalajara, el general Jesús Ferreira, quien en esa entidad luchaba contra los cristeros, señalaba a Anacleto como el "director intelectual" de ese secuestro y asesinato.

Sobre ese asunto, Ferreira envió a la Secretaría de Guerra y al Presidente de la República, un telegrama donde afirmaba que de acuerdo con los autores materiales del plagio y asesinato del ciudadano estadunidense Wilkins, el licenciado Anacleto González Flores, había enviado al bandolero Mariano Calzada, jefe de la gavilla de plagiarios, un recado donde se contemplaba el posible asesinato del estadunidense.

Dos días más tarde, con el título "Un ejemplo de México que debería imitarse", Excélsior informaba (7 de abril de 1927) que en Nueva Yok, el Evening Telegram publicaba un artículo donde se elogiaba que "tan sólo necesitó el gobierno mexicano unos cuantos días para aprehender y castigar a los asesinos de Edgar Wilkins", además de que se hacía notar que The New York Times recibió varios telegramas de la Ciudad de México con nuevos detalles sobre el asesinato de Wilkins, los cuales "explican que el crimen fue resultado de una conspiración contra el gobierno del general Calles, maquinada por González Flores, quien fue ejecutado ya.
Expresan también que se descubrió la maniobra gracias a que fueron interceptados varios mensajes".

Es difícil saber con certeza si la "baraja sucia" de Anacleto incluía estrategias de guerra como la arriba mencionada, pero no deja de llamar la atención que el Vaticano ignore ese y otros episodios de la vida y obra de Anacleto, honrando su memoria sólo por su agresiva defensa de los ideales conservadores, con lo cual deja en claro que la Iglesia sí aprueba la violencia política, cuando obedece a cierta ideología.

También es paradójico que precisamente unos días después de la declaratoria del Papa reconociendo como mártires a Anacleto y a otros personajes, se llevara a cabo, con apoyo empresarial, en la Ciudad de México, una gigantesca manifestación donde circularon consignas de pena de muerte a los secuestradores, cuando quizás uno de ellos, si realmente lo es, fue llevado el domingo 20 de noviembre de 2005, día de "Cristo Rey", a los altares del mundo.

Con esta nueva embestida de la Iglesia católica apoyada por la extrema derecha en nuestro país se miente al pueblo de México y se tuerce, por intereses personales, la verdadera historia de nuestro país, lo que no debieran permitir las autoridades responsables.
Edgar González Ruiz

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante tu biografía sobre Anacleto González Flores, auque me gustaría hacer un breve comentario.

Afirmas en tu artículo que Anacleto fundó una asociación "secreta" llamada la Unión Popular, cuando la Unión en realidad nunca fue secreta, de hecho, era abierta a la luz pública, y más que conocida y reconocida en todos los sectores sociales de la época.
Tampoco hablas mucho sobre el conflicto religioso que vivió el país en los años 20, con Plutarco Elías Calles en la presidencia de la República. Cierre de colegios católicos, conventos y seminarios; exilios forzados de sacerdotes extranjeros, ultrajes, asesinatos de religiosos, leyes absurdas y sin sentido que terminaron prohibiendo cualquier manifestación religiosa, pública o privada, fueron algunos de los atropellos.
El boicot no tenía otro motivo que obligar a Elías Calles a reestablecer la Libertad Religiosa, y ha pasado a los anales de la historia como el gran ejemplo de lo que puede hacer la sociedad civil organizada, junto con las dos millones de firmas que fueron enviadas al congreso exigiendo una reforma constitucional (que fueron enviadas a la basura sin consideración).
Anacleto, aprehendido en la casa de los hermanos Vargas González, fue torturado y asesinado en el Cuartel Colorado, sin juicio ni defensa.
Si bien la coartada para su ejecución fue el asesinato de Edgar Wilkins, es claro que éste no fue el motivo . No existe ninguna prueba que lo incrimine, claro, salvo las sembradas y creadas por el gobierno más represor que ha tenido México en su historia. Las únicas pruebas son algunos recortes de periódicos oficialistas, que agachaban la cabeza y servían al gobierno, so pena de ser clausurados como de hecho sucedió con algunos de ellos.
De hecho, Anacleto fue invitado por Excelsior a colaborar con una con una columna. El rotativo se retractó cuando González Flores puso como única condición que sus artículos no fueran censurados ni recortados.
Anacleto no fue un asesino, como lo quieren mostrar sus detractores, fue más bien un pacifista que logró reunir a cientos de miles de personas en torno a una causa justa, que es la defensa de los derechos más elementales de cualquier ser humano.
Cuando la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa presionó a la Unión Popular para unirse a la lucha armada, González Flores (como buen demócrata) sometió la propuesta a votación, entre los miembros más destacados de dicha organización. Sólo hubo un voto en contra de las armas, y ese fue el de Anacleto.

Roberto dijo...

Francamente recomiendo leer libros de Historia y de ciencias sociales. A pesar de que este blog maneja pensamiento crítico y ateísmo, resulta engañoso sobre ciencias sociales e Historia. El hecho de ser "Ingeniero" y leer sin someterse a críticas por que "resultan estériles" es la típica actitud de conspiranoia y pseudoescépticismo banal. En Historia se atiene a los Hechos tanto materiales como los estadísticos,y otros de diferente naturaleza. Pero escribir en un blog datos que se hacen pasar por ciertos, no son mas que meros relatos de un wannabe. Para discutir la Historia no hace falta solo unas cuantas lecturas ¿O acaso no pasaste por la facultad? Que no es una falacia de autoridad (si usted lo achaca de esa forma) sino por que se dan las herramientas para distinguir entre Historia y pseudohistoria (que este es el caso), ya el Anónimo de arriba te ha dado puntos que es conveniente citar.
*De igual forma citar a unos cuantos bioantrópologos sin "leer" sus obras fundamentales y atenerse solo a un ateísmo espureo para criticar el fundamentalismo religioso huele mas a doctrina.
No al pseudoescépticismo!