"Nadie comprende la teoría cuántica"
Richard Feynman,1967
La mecánica cuántica ha sido una de las teorías que más han cautivado, fascinado y atormentado al ser humano. Su acercamiento matemático a los fenómenos físicos observables nos ha permitido desarrollar tecnología avanzada como nunca antes y sin embargo, su naturaleza poco intuitiva nos muestra un universo totalmente contrario a nuestra experiencia. En palabras del profesor Alberto C. de la Torre, la mecánica cuántica tiene un problema con su nombre. Si se hubiese llamado “teoría de cota inferior a la acción para el modelado de sistemas físicos”, la habrían dejado tranquila y no sería necesario salir a explicar que en numerosos usos de la palabra "cuántica" no hay ninguna relación válida con la física. A diferencia de lo que sucede con la medicina, no existe una ley que proteja contra el “ejercicio ilegal de la física” y no hay penalidad para los que abusan de ella para propagar falsedades o para justificar ideologías esotéricas.
Vemos explicaciones “cuánticas” que fundamentan cosas como: telekinesis, telepatía, viajes astrales, etc. Recientemente hasta se refieren a la homeopatía, toque terapéutico, digitopuntura, y otras, como una medicina de estado vibracional. Incluso una película fue exhibida recientemente para mostrar muchas de estas creencias raras (“What the bleep do we know?”). Lo que no dicen es que la mecánica cuántica de ninguna forma se refiera a los fenómenos macroscópicos que normalmente observamos.
De nuevo citando al profesor de la Torre:
“La aparición de la mecánica cuántica ha tenido grandes consecuencias culturales y filosóficas por un lado, científicas y tecnológicas por el otro y, desafortunadamente, también ha sido avasallada como instrumento para engañar y estafar. Veamos brevemente estos tres aspectos. Primero, la mecánica cuántica ha introducido una nueva forma de concebir la existencia de los objetos microscópicos. Estos objetos existen pero sus propiedades difieren de las que asignamos a los objetos grandes que percibimos directamente con nuestros sentidos. Así podemos concebir que una partícula puede existir (ser) pero no tener una localización exacta (estar); que la observación de alguna característica de la realidad no implica la puesta en evidencia de una propiedad preexistente (indeterminismo); que toda descripción que hagamos del objeto con conceptos clásicos, obligatoriamente excluye otras posibles descripciones (complementariedad). La mecánica cuántica ha hecho un gran aporte al debate filosófico al demostrar que el realismo ingenuo, que propone que la realidad es tal cual como nosotros la percibimos, es falso. En el segundo aspecto, el impacto científico y tecnológico de la mecánica cuántica es gigantesco. “La mecánica cuántica explica toda la química y gran parte de la física” dijo algún famoso. El desarrollo de nuevos materiales, toda la electrónica, la superconductividad, la energía nuclear y casi la totalidad de la tecnología moderna no hubiera logrado el nivel de desarrollo alcanzado sin la mecánica cuántica. Finalmente, es importante aclarar que los efectos asombrosos de la mecánica cuántica aparecen en sistemas físicos extremadamente pequeños, tenues y livianos, pero para sistemas físicos grandes, como los que nosotros percibimos con nuestros sentidos, estos efectos asombrosos se promedian, se cancelan, y emerge así el comportamiento “normal” que acostumbramos a percibir. La transición de lo cuántico a lo clásico, llamada “decoherencia”, se presenta ya al nivel submolecular y es por lo tanto falso pensar que la mecánica cuántica pueda explicar fenómenos macroscópicos “paranormales” (en rigor, nunca observados) tales como la telekinesis, bilocalidad y otros. Tampoco brinda la mecánica cuántica algún soporte a creencias religiosas o misticismos orientales. Ying-yang, tao, holismo, terapias cuánticas, fenómenos paranormales y teletransportación, entre otros, no tienen nada que ver con la física cuántica, y los que invocan el enorme prestigio y rigor de esta teoría para aportar alguna credibilidad a esas charlatanerías están simplemente engañando; si además, como es usual, sacan de eso algún rédito económico, están estafando. “
A diferencia de los supuestos fenómenos paranormales, las predicciones asombrosas de la mecánica cuántica cuentan con una abrumadora evidencia experimental.
Fernando Velázquez
3 comentarios:
Muy buen comentario, yo preparo un informe sobre algo parecido, esta relacionado a la importancia del indeterminismo cientifico en la percepcion existencial del ser, como tesis a priori, el Marxismo se basa en el positivismo cientifico que ahora es falso por las leyes de la incertidumbre, aberigua sobre eso, puede ser interesante.
Todo lo que tu llamas paranormal o charlataneria es simplemente que la fisica no te lo ha sabido explicar todavia, asi que sera mejor que te dejes de experimentos de fisica-nova para niños y esperes a que te lo explique mejor un profesinal. Ah y abre tu mente y estudia un poco mas...y no te dejes engañar por lo que te dice esta sociedad...suerte en tu busqueda.
"Muy buen comentario, yo preparo un informe sobre algo parecido, esta relacionado a la importancia del indeterminismo cientifico en la percepcion existencial del ser, como tesis a priori, el Marxismo se basa en el positivismo cientifico que ahora es falso por las leyes de la incertidumbre, aberigua sobre eso, puede ser interesante."
Un consejo para este chico: Una estupedéz dicha con elegancia no deja de se una estupidéz. Por otro lado, me sorprende que afirmes que la ideología Marxista esté basada en el positivismo, cuando la verdad es que la tesis de Marx se situa en el paradigma Materialista que es diferente. Por último "averigua" se escribe con "V" como puedes ver y no con "B". Ya quisiera leer tu informe sobre "La importancia del indeterminismo científico en la percepción de la existencia del ser"...interesantísimo!!!!
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