sábado, mayo 13, 2006

¡Qué bonita es la calumnia!

La calumnia, el linchamiento, las mentiras mil veces repetidas, esa es la nueva forma de hacer publicidad política.

Podría dedicar este post al desenmascaramiento de mentiras tan obvias que el equipo panista ha hecho acerca de la gestión perredista, pero tomaría demasiado tiempo; y por otro lado, la información está más que disponible, sólo es cuestión de hacer nuestra tarea como ciudadanos.
He encontrado mayor importancia escribir sobre el fenómeno del miedo y la ignorancia artificial que impulsa la creación de tan deleznables spots y publicidad.

Este es un fenómeno social que ya se ha observado antes en la historia moderna del hombre. La lucha que ha hecho tradicionalmente la derecha se ha basado en la exaltación del miedo de la clase media (si, esa clase, en la cual me incluyo, que hace poco, piensa poco pero engrosa los padrones electorales) y en la creación a modo de percepciones fatalistas y fracasadas.
¿A esto hemos llegado? ¿A la inflamación del miedo?. Ya poco importa las propuestas que puedan tener los candidatos, hemos tocado un nuevo fondo al validar estas campañas de linchamiento e intolerancia.

En palabras de la periodista Maria Teresa Priego:

Calderón acusa: “Andrés Manuel es un peligro para México”. La frase absolutista no es un invento del PAN. Es un clásico. Reconocible. A través de la historia del pensamiento totalitario. Sólo cambia el objeto portador del “Mal”, y el espacio geográfico donde el “Mal” se “instala”: “Los judíos son un peligro para Alemania”, “Los comunistas son un peligro para América”, “Los negros son un peligro para la raza blanca”, “Los homosexuales son un peligro para la sociedad”. Un grupo de ultraderecha quema la bandera y acosa inmigrantes: “Son un peligro para Estados Unidos”.


Designar a un grupo como encarnación del caos, es una estrategia de propaganda persecutoria. Irracional y desmesurada. ¿Qué existe de más autoritario que apostarle al miedo? Nutrir la incertidumbre. La palabra “peligro” alerta contra una amenaza absoluta: El derrumbe de las instituciones. La pérdida de las garantías individuales. La expropiación del patrimonio. El encarcelamiento de los opositores. Calderón fomenta el pensamiento: “Rígido, convencional, prejuicioso, blanco y negro”. Si el PAN ataca a Chávez ¿deducimos (en la lógica del exceso interpretativo) que si eso hace Calderón ahora, “Cuando tenga el poder” va a invadir Venezuela?

El colmo de la estrechez mental de este grupo, lo constituye el violento ataque al liderazgo moral de la escritora Elena Poniatowska. Escuchar al líder nacional del PAN decir: "Me da lástima esa señora" es tanto lamentable como indignante.

¿A quiénes leyó Calderón y Manuel Espino para acercarse al 68? Generaciones tocamos la Plaza de las Tres Culturas, a través de los testimonios recogidos por Elena. ¿A quiénes leyó? para escuchar las voces del temblor, las de los familiares de desaparecidos políticos. ¿A quién?

Quizá no son sus temas. Ni sus causas. Quizá no saben que la obra de Elena es y ha sido, la memoria ardiente de un México en lucha por la justicia social. Un México creativo, dolido y rebelde. De compromiso y de esperanza. O quizá, no hablan del mismo México. Ni del mismo compromiso. Ni de la misma esperanza. Los puso a temblar Elena y se excedieron. ¿Cuál es el límite entre la competencia de adversarios que defienden un proyecto distinto de Nación, y el intento de aniquilación simbólica del otro? ¿Quién marca la frontera? ¿El IFE?

El tema único es la frase: "(Andrés Manuel López Obrador) es un peligro para México", que traspasa todo límite polémico, sitúa al adversario como la figura no a vencer sino a destruir, e incita al linchamiento sin más. Por escaso que sea el conocimiento idiomático de los autores del spot y de Felipe Calderón, que de seguro lo autorizó, debe saber que "peligro para México" no es una expresión más de la demasiadas y muy tontas que (de todos lados) se han dicho en esta campaña; "peligro para México" es el llamado a la destrucción del enemigo, es la cancelación tajante y burda de las reglas civilizadas de la contienda.

Como inteligentemente ha escrito Denisse Dresser, los panistas atizan dos sentimientos que van de la mano. Porque no hay odio sin miedo. Porque el odio es el miedo cristalizado, objetivizado. Porque odiamos lo que tememos y tememos lo que ignoramos. El miedo que los panistas siembran y ciertos sectores de la sociedad cosechan es-en el fondo-miedo al país.

Miedo a ese país de pobres, de "nacos", de indígenas, de desarrapados. Miedo a los que viven en los camellones, a esos a los que damos una moneda para acallar nuestra conciencia. Miedo a los campesinos hambrientos y a los obreros enojados. Miedo a los resentidos y a los marginados. Miedo a mirar la realidad de nuestro subdesarrollo detrás de la supuesta "modernidad". Miedo a mirar nuestro país tal como es. Detrás de los mitos que tan ingeniosamente hemos construido. Detrás de las cercas electrificadas cada vez más altas. Detrás de nuestro consumismo americanizado. Detrás de la hipocresía innata en un país profunda y dolorosamente desigual.

Fernando Velázquez

3 comentarios:

Pereque dijo...

Sobre el spot de Poniatowska: sólo se limita a decir que nada de lo que dice el PAN es cierto, sin dar pruebas de su afirmación. O sea que lo que dice Elenita es cierto porque Elenita lo dice. Esto es el viejo, conocidísimo y querido argumento de la autoridad, una falacia lógica que fue abusada a más no poder por los escolásticos medievales y sigue siendo usada por sus sucesores que ¡oh sorpresa! son el fundamento ideológico de la malvada derecha complotista autoritaria y clasista. Los extremos se tocan, parece...

Un saludo, Pereque

mathcons dijo...

Parece que no di a entender bien mi idea. La crítica fue al ataque irracional que hizo Manuel Espino, pues el fue el que no dio ningún argumento contra el spot. Hubo muchos periodistas que reconociendo la labor cultural de Elenita se mostraron críticos sobre su mensaje; después de todo, ella no es ni economista ni ha trabajado en la administración pública. Como referente podemos tomar a Einstein y sus posturas políticas controvertidas en varios asuntos políticos. Fue criticado por varios libre pensadores de manera inteligente, pero también fue atacado por los artífices del macartismo. ¿Eran críticas del mismo nivel?

Antonio dijo...

Es cierto, Elena Poniatowska no presentó pruebas de sus afirmaciones, pero no tenía que presentarlas en el spot. Sería como pedir que en un anuncio de aspirinas se pidiera que el anunciante presentara pruebas de que la medicina quita el dolor de cabeza y sus efectos secundarios son mínimos. De hecho el PAN tampoco presentó pruebas del incremento en el endeudamiento ni de la disminución en el empleo en el DF y tampoco tenía por que presentarlas.

En ambos casos, las afirmaciones deben estar sujetas a pruebas ser defendidas mediante cifras confiables y adecuadas, estudios, encuestas, y demás métodos de investigación aplicables en una confrontación o debate.

El punto principal sigue siendo válido. Los argumentos del PAN (y del PRI) siguen siendo sembrar el miedo. Y como mencionas Fernando, esta estrategia (palabra muy ridiculizada) ha sido aplicada por los sistemas totalitarios, de derecha y de izquierda. Recordemos a Platón y su Apología de Sócrates.

El argumento principal es "México así está bien, mejor no le muevas porque se puede ir todo al demonio"

EL cual sería válido si de verdad estuviéramos bien, pero no tenemos crecimiento económico significativo (teniendo en cuenta la estabilidad en los USA y el alto precio del petróleo), dependemos en extremo de las remesas de USA, la deuda no ha crecido significativamente a menos que sumemos el Fobaproa y los Pidiriegas. Pero sobre todo, hay una desigualdad social que hace que haya no un México sino dos conviviendo en el mismo territorio ¿Por cuánto tiempo se puede sostener una situación así?

Un Abrazo